Compliance y ESG

Compliance y ESG

Multas, presidio, disolución de la empresa y más; estas son algunas de las consecuencias a las que se exponen las empresas, sus dueños y directivos, si no gestionan de manera efectiva los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), por lo que es fundamental que se redefina y fortalezca la función de Compliance en todo tipo de organizaciones.

Pero no se trata solamente de “controlar”, Compliance debe ser una aliado estratégico y colaborar estrechamente con el negocio para asegurar el cumplimiento efectivo, actualizar constantemente el modelo de compliance para que se ajuste a su realidad e integrar los riesgos de sustentabilidad y desarrollar una estrategia que asegure la transparencia y la calidad de la información, evitando prácticas como el «greenwashing».

Además, debe adoptar un enfoque proactivo para anticiparse a los constantes cambios regulatorios y apoyar a la organización en su transición hacia un enfoque estratégico a largo plazo en la gestión de riesgos ESG. Concientizando al personal mediante sesiones de formación frecuentes, para adoptar y mantener estas prácticas de manera efectiva.  Disponibilizando herramientas para que puedan realizar denuncias a lo menos confidenciales sin miedo a las represalias.

Con una sociedad que exige economías más sostenibles, este concepto, para muchos desconocido, está marcando la pauta para los negocios, la política y las regulaciones. Abarca mucho más que la reducción de CO2, es la capacidad de causar el menor daño posible al entorno actual para no comprometer el equilibrio y las perspectivas de las futuras generaciones.

En Chile, hemos visto cómo las regulaciones de sostenibilidad impactan en todos los aspectos del comercio, desde la extracción hasta el producto final, así como a los socios comerciales y proveedores a lo largo de toda la cadena de valor. Las empresas no pueden ignorar estos temas si desean tener éxito a largo plazo. El cambio en el comportamiento del consumidor y las estrategias de compra en las cadenas de suministro dependen cada vez más de las variables asociadas a ESG y la credibilidad general de una empresa.

Haciendo un doble click en las empresas, estas deben incorporar y evaluar cómo los riesgos legales de sostenibilidad afectan las actividades comerciales, la responsabilidad corporativa y comunicación externa. Mejorando procesos de Due Diligence o debida diligencia de todo stakeholder que participe en la cadena de valor, obteniendo información de identificación general, contraste con listados de estándares de transparencia y de personas expuestas publica y políticamente, beneficiarios finales, antecedentes legales y análisis de fuentes de información publica.

La utilización de tecnologías y análisis de datos para monitorear y evaluar los riesgos es fundamental. Empresas como Codelco y GNL Quinteros han empezado a implementar herramientas para monitorear el cumplimiento, reduciendo así el riesgo de sanciones.

Fomentar una cultura de compliance y ESG es clave para que las empresas se mantengan al día con los constantes cambios regulatorios, como lo es la Ley de Delitos Económicos y Atentados contra el Medioambiente. Los requisitos de sostenibilidad se han vuelto fundamentales, y cumplir con ellos a lo largo de toda la cadena de valor y el ciclo de vida del producto es un gran desafío. Al final del día, esto prepara a las organizaciones para un futuro más responsable y resiliente, adaptándose mejor a las exigencias del mercado y la sociedad.