Compliance y modernización en el MINVU: Hacia una gestión pública más eficiente

Compliance y modernización en el MINVU: Hacia una gestión pública más eficiente

En 2023, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU y sus organismos) se vieron envuelto en polémicas debido al Caso Convenios y a las dificultades adicionales generadas por la crisis post-pandémia. Estas situaciones expusieron serias deficiencias en la transparencia, rendición de cuentas y eficiencia de la administración pública, evidenciando la necesidad de modernizar y fortalecer las instituciones del Estado para mejorar la gobernanza y recuperar la confianza de los ciudadanos.

Los informes de la Contraloría General de la República (CGR) respecto a esos temas, confirmaron estas deficiencias, identificando fallos en la implementación y ejecución de programas de control, así como una alta discrecionalidad en la asignación de fondos y una falta de concordancia entre los convenios y la trayectoria de las fundaciones contratadas.

Para superar los problemas revelados por el Caso Convenios, se necesita una reforma integral que abarque varios aspectos clave: fortalecer la transparencia y rendición de cuentas, modernizar los procesos de contratación y adquisiciones, mejorar la coordinación entre instituciones, desarrollar capacidades en el servicio público y fomentar una mayor participación ciudadana. Modernizar es un desafío complejo pero esencial para recuperar la confianza pública y sentar las bases para un desarrollo sostenible e inclusivo.

Para enfrentar la crisis, el MINVU, dirigido por el Sr. Carlos Montes, lanzó la Agenda de Modernización, Probidad y Transparencia. Con un 68% de sus 19 medidas ya implementadas, este esfuerzo, en teoría parece prometedor. Sin embargo, la verdadera prueba será determinar si estas reformas son sostenibles y efectivas a largo plazo, o si solo son una fachada para apaciguar las críticas del momento.

El Plan Piloto de Modernización y Mejoramiento Institucional, liderado por la SEREMI MINVU RM y el SERVIU Metropolitano, publicado en sus sitios web y redes sociales, se presenta como una ambiciosa iniciativa para corregir errores del pasado. Este plan incluye medidas para fortalecer los procesos de evaluación y control interno, además de un programa de capacitaciones desarrollado en colaboración con la Contraloría, el Consejo de Auditoría Interna General de Gobierno (CAIGG) y ChileCompra. Los funcionarios recibirán formación en ética, probidad, lobby, control interno y gestión de riesgos, con el objetivo de fortalecer sus competencias y alinear sus acciones con principios de transparencia y eficiencia.

Sin embargo, es esencial que el gobierno no se quede solo en estos primeros pasos. La verdadera modernización del MINVU requiere más que la implementación de nuevas políticas; necesita un cambio cultural dentro de la institución. Los funcionarios deben internalizar los valores de probidad y transparencia en su trabajo diario, lo cual no se logra solo con capacitaciones formales, sino a través de un liderazgo comprometido y una supervisión constante.

El éxito de estas reformas dependerá en gran medida de la voluntad política y la disponibilidad de recursos. Sin un financiamiento adecuado y un decidido apoyo desde las más altas esferas del gobierno (“tone at the top”), las mejores intenciones pueden quedarse en el camino. La experiencia ha demostrado que muchas reformas bien intencionadas fracasan por falta de seguimiento y apoyo continuo.

La implementación de un modelo de compliance robusto es crucial para el éxito de esta iniciativa. Este sistema debe ir más allá de ser un conjunto de normas y procedimientos; debe convertirse en la columna vertebral de la cultura institucional del MINVU. El compliance asegura que todas las acciones y decisiones de la institución estén alineadas con principios éticos y legales, lo cual es fundamental para restaurar la confianza pública y prevenir futuros escándalos.

El cumplimiento normativo proporciona una estructura clara y transparente para la gestión de riesgos, permitiendo a la institución identificar, evaluar y mitigar posibles irregularidades antes de que se materialicen. Esto no solo protege a la institución de sanciones legales y financieras, sino que también promueve una cultura de responsabilidad y ética en todos los niveles.

Un modelo de compliance bien implementado debe contar con canales de denuncia seguros y confidenciales, donde los funcionarios puedan reportar situaciones donde se evidencien comportamientos indebidos, sin temor a represalias, propiciando un medio seguro y confidencial. Esta herramienta es esencial para mantener la integridad de la institución y asegurar que las malas prácticas sean identificadas y corregidas de manera oportuna.

El lanzamiento de este Plan Piloto de Mejoramiento Institucional es un paso en la dirección correcta, pero aún no podemos cantar victoria. La modernización del MINVU requiere un esfuerzo continuo, un compromiso real y una vigilancia constante para asegurar que las reformas implementadas sean más que simples parches. Solo así podremos restaurar la confianza ciudadana y lograr un progreso sostenible y significativo en la gestión pública. El compliance será el pilar fundamental para garantizar que este proceso de modernización sea efectivo, transparente y duradero.